Como amante de la literatura y del cine estoy un poco harta de las películas que se basan en libros. Más que decir harta, podría decir decepcionada. Esto significa que en la mayoría de las ocasiones las películas basadas en novelas suelen cargarse absolutamente todo el contenido de peso de las novelas. Entiendo que en una hora y media o dos de metraje no se puede condensar el contenido de 800 páginas con las que pueden contar algunas novelas (muchas más en el caso de El Señor de los Anillos), sin embargo, y precisamente por eso, los análisis para las adaptaciones deberían ser más exhaustivos.
A lo largo de la historia del cine y desde el Viaje a la luna, de George Méliès basada en la novela de Julio Verne De la Tierra a la luna, innumerables directores han apostado por adaptar novelas a la gran pantalla, y algunas veces con más pena que gloria.
En ocasiones, los dos procesos creativos (novela y guión) fueron parejos y con implicación de los dos autores en los dos formatos, como sucedió con 2001, Odisea Espacial. La novela fue escrita por Arthur C. Clarke y la película dirigida por Stanley Kubrick, pero ambos participaron en las dos, haciendo cambios y sugerencias.
Intentaremos hacer un repaso de las películas basadas en novelas haciendo una comparativa de ambas. Obviamente, no estarán todas recogidas, porque no habré leído todos los libros ni visto todas las películas, pero intentaré desde aquí señalar algunos de los errores que más me han llamado la atención al pensar en la obra en cuestión en diferente formato.
A veces pasará que la novela me ha parecido muy buena y la película una ofensa al autor de la misma, a veces pasará que la novela sea genial y la película sea también genial... pero no tengan casi nada que ver, o que la adaptación está bien hecha, siempre desde mi punto de vista de espectadora y no profesional del medio.