domingo, 14 de octubre de 2007

¿Juegos de mesa como pasatiempo?



Desde el punto de vista de cualquier persona q no conozca este tipo de juegos, puede parecer algo meramente infantil, o con connotaciones muy "frikys".


Seamos serios, por favor!!!Una actividad que requiere para su disfrute de horas de lectura,de trabajos manuales, de una buena memoria, icluso de conocimientos de lo mas variopinto, asi como de una buena imaginacion, ¿que es lo que debe envidiarle a la mayoria de las opciones de ocio que nos ofrece la sociedad actual?.Yo, desde el punto de vista de aquel que disfruta compartiendo una tarde lluviosa o una noche de calma delante de una mesa, con alguien, el placer de usar la imaginacion y el ingenio, animo, a todo aquel que no lo conozca, a que se sumerja en este mundo fantasico y no se deje llevar por el lado oscuro y facil del los entretenimientos que no requieran mas de tres neuronas activas, ni mas esfuerzo que gastar unos eurillos!!!


Didac


"Luchamos para defender nuestro reino. Luchamos para defender nuestros clanes; pero, lo que es aún más importante, luchamos para defender nuestro honor. Nunca olvidaremos los tormentos que hemos sufrido y, por ello, cada uno de nuestros enemigos pagará con su sangre la que derramaran nuestros ancestros. Porque somos los Hijos de Grungni: solos somos como rocas, pero unidos poseemos la fuerza de una montaña".


El Rey Enano Alriken en la defensa de Karak-Hirn

LO QUE ERES ME DISTRAE DE LO QUE DICES



LA VOZ A TI DEBIDA

Versos 1237 a 1265


Lo que eres me distrae de lo que dices.
Lanzas palabras veloces,

empavesadas de risas,

invitándome

a ir adonde ellas me lleven.

No te atiendo, no las sigo:

estoy mirando

los labios donde nacieron.
Miras de pronto a los lejos.

Clavas la mirada allí,

no sé en qué, y se te dispara

a buscarlo ya tu alma

afilada, de saeta.

Yo no miro adonde miras:

yo te estoy viendo mirar.


Y cuando deseas algo

no pienso en lo que tú quieres,

ni lo envidio: es lo de menos.

Lo quieres hoy, lo deseas;

mañana lo olvidarás

por una querencia nueva.

No. Te espero más allá

de los fines y los términos.

En lo que no ha de pasar

me quedo, en el puro acto

de tu deseo, queriéndote.

Y no quiero ya otra cosa

más que verte a ti querer.

Pedro Salinas